¿Por que nos pican los mosquitos? | Estos pequeños insectos de cuerpo alargado y de color desde marrón claro hasta negro son sobre todo conocidos por sus desagradables (y a veces, también peligrosas) picaduras que nos infringen llegada la noche. No obstante, no nos pican todos los mosquitos, sino que sólo lo hacen las hembras y los machos dedican su vida a pulular inocentemente sobre las plantas de nuestros jardines, alimentándose del néctar de las flores y de jugos de las plantas. Los mosquitos macho no representan ninguna molestia para nosotros (salvo, como máximo, la de engendrar más mosquitos) porque son vegetarianos. Por lo tanto, son las hembras las responsables de las más o menos grandes e irritantes ronchas que descubrimos al despertarnos por la mañana. A parte, también podemos pensar con mucha certeza que lo que nos ha picado es un mosquito (hembra) si lo hemos odio o visto en algún momento la noche anterior. Para más inconveniente nuestro, las hembras de mosquito viven mucho más tiempo que los machos (1 mes, normalmente o incluso varios, hasta casi medio año). Si nos encontramos frente a un mosquito en el jardín, podemos saber si estamos frente a un macho o una hembra fijándonos en la forma de sus antenas. Si vemos que ese mosquito tiene unas antenas mucho más grandes de lo habitual, más largas y peludas, tenemos delante nuestro a un mosquito macho. Antes de aplastarlo, tengan en cuenta que los mosquitos macho nunca nos han picado. Por lo demás, tanto macho como hembra son muy parecidos, en tamaño, forma y color. Lo que mueve a las hembras de mosquito picarnos es esa necesidad de conseguir sangre para tirar adelante a su descendencia.
Los mosquitos hembra, por lo tanto, necesitan la sangre de sus víctimas (desgraciadamente para nosotros, los seres humanos en muchas ocasiones). Incluso algunas veces, las hembras de mosquito no tienen suficiente con nuestra sangre y también se alimentan, como los machos, de néctar. Los mosquitos hembra se dedican a perseguir incansablemente durante la noche a una gran cantidad de vertebrados para extraer las proteínas de la sangre necesarias para la maduración de los huevos de estos insectos. Aunque la lista de animales que pueden los mosquitos es grande (perros, vacas, caballos, seres humanos, distintas aves, e incluso anfibios), cada mosquito tiene sus preferencias. Por lo tanto, los hay que representan pocas molestias para nosotros porque se centran en atacar a las aves o a los anfibios. Aunque el mayor número de las especies de mosquitos prefiere a los mamíferos para chuparles la sangre, y en especial, la del ser humano, dado que nuestra piel es muy fina. Gracias al aparato picador-chupador de estos insectos (o trompa), el mosquito consigue perforarnos nuestra piel, cuando quiere picarnos, hasta llegar a una pequeña vena. Antes de chuparnos la sangre, el mosquito vierte una sustancia que evita que nuestra sangre se coagule. Se trata de un poderoso anticoagulante que es, además, la sustancia causante de que nos producía tanto picor la picadura de estos insectos.
¿Cómo nos pican los mosquitos? | Los mosquitos consiguen picarnos gracias, en primer lugar, a la larga trompa que clavan en nuestra piel hasta llegar a un pequeño vaso de donde extraerán más tarde la sangre. Al final de la trompa picadora, el mosquito tiene unas mandíbulas formadas por estiletes cortantes para perforar mejor la piel. Por lo tanto, no es únicamente la forma tan afilada de la trompa del mosquito que le permite a este insecto llegar hasta nuestra sangre. Pero a parte del aparato picador-chupador (llamado así por motivos obvios), los mosquitos también disponen de otra adaptación importantísima. En la saliva de los mosquitos, que introducen en nuestro torrente circulatorio antes de chuparnos la sangre, hay un anticoagulante muy potente que sirve para que el mosquito pueda extraer la cantidad que necesita de sangre sin que se coagule en su trompa (si esto sucediese no podría sacarnos la sangre). Esta sustancia evita que las plaquetas de nuestras plaquetas se agrupen y formen coágulos. El anticoagulante, sin embargo, para nosotros las víctimas representa un importante inconveniente poco después de que el mosquito nos haya picado. Es esta sustancia que libera el mosquito en cada picadura la responsable de que las picaduras nos causen tanta inflamación y picazón porque nuestro sistema inmune reacciona a ella como algo extraño a nuestro cuerpo.
Foto de mosquito común (Culex pipiens) (intentando picar a través de la ropa) | Como evitar que nos piquen los mosquitos | Para evitar la picadura de estos insectos, sobre todo pensando en el peligro de salud que representa en ciertas partes del mundo (aparte de las alergias que causa su picadura en ciertas personas), junto con lo molesto que es despertarse y darse cuenta de haber sido picado, aquella misma noche, por unos cuantos mosquitos hambrientos o ser literalmente atacado durante el día en las excursiones por el campo, la primera medida es alejar a estos insectos de nuestro cuerpo. Los mosquitos nos localizan por el olor que desprende nuestra piel y por el dióxido de carbono que emitimos al respirar, por lo que podemos aprovechar este dato en beneficio nuestro para evitar que nos piquen estos molestos insectos. Los repelentes artificiales son un sistema eficaz para ahuyentar a los mosquitos suficientemente lejos de nosotros. Son presentados bajo una gran variedad de formas, como lociones, cremas o sprays y utilizan en su composición el BTT (N,N-dietil-meta-toluamida) en una concentración variable según la duración del efecto repelente. Es importante ajustar el tiempo que dura el efecto del producto al tiempo necesario, porque cuanto mayor es el efecto protector del repelente mayor es la cantidad de sustancia química (de BTT) que lleva. A pesar de que la toxicidad de este producto no es del todo nula, en algunas circunstancias, como cuando viajamos a países de riesgo donde hay una gran presencia de alguna enfermedad transmitida por mosquitos es necesario utilizar esta clase de repelentes. El uso de esta clase de productos químicos para repeler a los mosquitos queda bien justificado, porque su eficacia también es superior a las de los productos naturales. Aunque la exposición continuada de estos productos artificiales no es muy recomendable, mientras que el uso de los productos naturales (siempre tomando las precauciones necesarias) entraña mucho menos riesgo para la salud. Como ejemplo de planta medicinal con propiedades repelentes para los insectos tenemos la lavanda. La lavanda es útil para ahuyentar los mosquitos y otros insectos molestos, como las moscas. A parte, del ejemplo de la lavanda, la medicina natural nos puede ayudar mucho para aliviar las molestias una vez ya nos han picado los mosquitos. En este sentido, existen algunas plantas medicinales que se pueden emplear para curar las picaduras de mosquitos y aliviar las molestias que nos causan. Se deben usar externamente, es decir, aplicadas sobre la zona de la piel donde nos ha picado el insecto. La melisa (o citronela) es un buen remedio contra la picadura de distintos insectos. Del mismo modo que están los repelentes artificiales, se pueden emplear repelentes a partir de productos naturales. Los aceites esenciales de la citronela o melisa son adecuados para ahuyentar a los mosquitos. Pese a que la duración del efecto repelente de los productos naturales es significativamente más baja, los productos naturales también son más saludables y carentes de toxicidad. Como en el caso de cualquier repelente, se aplicará la esencia de la planta directamente sobre la piel. Los productos naturales tienen la ventaja que no nos causarán irritación de la piel ni problemas similares, ni otros muchos más graves que sí pueden darse (aunque la probabilidad es muy baja) con la utilización de los repelentes artificiales.
La mayoría de los mosquitos son animales de hábitos nocturnos o crepusculares. A la práctica, esto significa que el mayor peligro de ser picado por este tipo de insectos se da por la noche, al atardecer o al amanecer. No obstante, en paseos por el campo, especialmente si vamos cerca de lugares húmedos, como ríos o rieras, con abundante vegetación y sombras, (otro tipo de mosquitos) puede que también nos piquen por el día. Por lo tanto, en excursiones al aire libre es recomendable aplicarse siempre un buen repelente, sobre todo si estamos en una zona con riesgo de enfermedad transmitida por mosquitos. En excursiones al aire libre es importante vestirse con ropa adeudada. Las camisetas de manga larga y los pantalones largos nos pueden conferir cierta protección contra la picada de los mosquitos (siempre que no esté el mosquito tigre).
Para evitar que nos entren los mosquitos dentro de casa podemos instalar telas mosquiteras en las ventanas. Del mismo modo, especialmente en verano y otoño cuando hay más mosquitos, comprobaremos que la malla antimosquitos no tenga ningún agujero por el que puedan entrar los mosquitos o que cierren bien. Si dormimos en una tienda de campaña o caravana también es muy recomendable instalar telas metálicas antimosquitos. Sobre todo es importante todas estas medidas pasados los meses más fríos del año, en invierno hay menos mosquitos y si hace mucho frío tampoco vuelan. Los mosquitos son unos animales con una gran poder de reproducción. Una sola hembra de mosquito es capaz de engendrar centenares de estos insectos al año, teniendo en cuenta que puede poner varias veces en un mismo año, el mosquito es un animal muy fecundo, y su crías necesitan pocos días para metamorfosearse en mosquitos adultos capaces de picarnos. De ahí que, la forma más efectiva de acabar con los mosquitos (y al mismo tiempo la más ecológica), no es matar a los adultos sino eliminar a los mosquitos cuando se encuentran en la fase de larva. En este sentido, paralelamente a las campañas oficiales que se dan en verano basadas en la lucha biológica (uso de la bacteria Bacillus thuringensis), nosotros también podemos contribuir a evitar las grandes apariciones de mosquitos que se dan en los meses más calurosos del año eliminando los posibles focos de cría de estos insectos. Deberemos vigilar con el agua que queda se estancada algunos días, ya que los mosquitos necesitan el agua para reproducirse. No obstante, no tiene porque ser grandes cantidades de agua, sino que un simple recipiente que pueda recoger el agua de lluvia puede ser un buen lugar para que críen los mosquitos, sobre todo en el caso del mosquito tigre. Por lo tanto, es importante para prevenir muchos problemas de mosquitos ir vaciando regularmente, los sitios donde se acumule el agua. Sobre todo teniendo en cuenta que el mosquito (cuando es una larva y vive dentro del agua) tan sólo necesita unos cuantos días para llegar a adulto (menos de 10 días). Las urbanizaciones están bajo el punto de mira del mosquito tigre, puesto que es habitual que, ya sea por el mismo sistema de regadío de las plantas como porque a menudo hay piscinas que quedan abandonadas, en estos sitios los mosquitos dispongan de muchos lugares para criar.
De forma natural también se controla el número de mosquitos que vuelan todos los años en los meses de primavera y verano, dado que existe un gran ejército de depredadores que regula las poblaciones de mosquitos en la naturaleza. Todos los años cantidades muy importantes de mosquitos adultos son devorados por arañas, por un gran número de insectos carnívoros, murciélagos o por ranas y otros anfibios. Aunque el mayor acoso que sufren los mosquitos está en el agua. Los peces, sobre todo las gambusias (especie introducida en Europa), algunos insectos acuáticos, como el escarabajo buceador o las larvas de libélula mantienen a raya a los molestos mosquitos. Desde nuestra modesta capacidad de cambiar las cosas como ciudadanos, podemos ayudar al control biológico del mosquito, con la instalación de nidos en nuestro terreno (o jardín) para albergar a las especies de aves insectívoras y de murciélagos, enemigos naturales de los mosquitos adultos o disponer de peces en el estanque de nuestro jardín que se alimenten de las crías del mosquito (en los posible que sean autóctonos de nuestra zona, como el fartet o el samaruc, propios del levante ibérico). Pese a que sí que es verdad que los depredadores naturales no consiguen nunca eliminar a todos los mosquitos que existen en la naturaleza, no podemos caer en el error de ser nosotros quienes acabemos con estos importantísimos elementos de control de los insectos perjudiciales cuando intentamos luchar contra los mosquitos. De lo contrario, una falta de los depredadores naturales supondría una explosión segura del número de mosquitos y la adopción de medidas drásticas y poco respetuosas con el medio ambiente, como el uso de insecticidas químicos.
Problemas de los mosquitos | Los mosquitos no sólo son una molestia por sus picaduras en si, con la hinchazón y picor resultantes o alergias. A parte de lo desagradables y molestas que son sus picaduras, y de las pequeñas cantidades de sangre que nos extraen con ello, mucho más importante son los mosquitos para nosotros porque representan un verdadero problema de salud, sobre todo en ciertos lugares del planeta. Los mosquitos, a través de su picadura, nos pueden transmitir varias enfermedades infecciosas (paludismo, fiebre amarilla, dengue, encefalitis o filariariasis, entre otras muchas). Aunque de ello depende la zona geográfica donde vivan estos insectos. Por ejemplo, en el Mediterráneo, o Sur de Europa, existen los mismos mosquitos que transmiten la enfermedad de la malaria en África (Anopheles spp), aunque en la mayor parte de Europa los mosquitos no son ningún peligro en este sentido puesto que los pocos de estos animales que persisten en los países industrializados no son portadores de la enfermedad (causada por un protozoo parásito, el Tripanosoma).
Incluso, son un problema muy importante para nuestros animales domésticos, por la conocidísima enfermedad llamada lehismaniosis que transmiten unos pequeños mosquitos, los Phlebotomos, cuando pican a nuestro perro y de consecuencias, en demasiados ocasiones, fatales. Además, esta enfermedad puede transmitirse del perro al hombre a través de la picadura del mosquito (el problema es menos grave, puesto que esta enfermedad en las personas es menos frecuente, menos grave y se cura más fácilmente que cuando afecta a los perros). Ese hinchazón y la gran picazón que tanto nos molestan cuando nos pica uno de estos desagradables insectos se debe a un componente que tienen los mosquitos en su saliva. El anticoagulante de los mosquitos que nos inyectan con su saliva provoca que un tipo concreto de células inmunitarias o de defensa (los mastocitos) reaccionen a esta sustancia y expulsen a la sangre la histamina. La histamina, la misma sustancia que causa las alergias, es la sustancia que hace que la zona alrededor de la cual nos ha picado el mosquito se hinche y nos pique tanto. El mosquito tigre tiene el inconveniente sobre el resto de mosquitos que nos puede picar por todo el cuerpo aunque vayamos vestidos puesto que con su picadura es capaz de atravesar la ropa. Además, pica durante el día y su picadura es muy dolorosa, como la de los tábanos. No obstante, la ventaja del mosquito tigre, en relación a otros mosquitos, es que apenas se aleja de donde cría.
Cuándo hay más problemas causados por los mosquitos | Sólo durante los meses muy fríos del año, los mosquitos nos dejan tranquilos. Incluso en invierno, si las temperaturas se mantienen suaves, también se pueden ver mosquitos. El tiempo tiene mucha importancia en la menor o mayor abundancia de mosquitos y son el calor y la humedad factores favorables para el mosquito. En años lluviosos y con temperaturas altas los mosquitos pueden llegar a invadirnos dado que crían con mayor facilidad. El cambio climático puede agravar todavía más el problema de los mosquitos de transmisión a los seres humanos de enfermedades infecciosas, sobre todo en aquellas países cercanos a zonas donde ya existe este problema. Este es el caso, por ejemplo de España y algunos otros países de Europa del Sur, próximos a África; donde amenazan la malaria y el dengue. El cambio climático que amenaza el planeta tierra ya ha supuesto problemas en relación a los mosquitos, como la entrada de del molesto y exótico mosquito tigre. El mosquito tigre, originario de Asia, ha colonizado algunas ciudades de Cataluña y es posible que se expanda por el resto del territorio español. Las grandes capacidades de adaptación de este insecto impiden acabar con esta plaga y esto aumenta las posibilidades que suceda lo mismo que en Italia, donde ya se ha extendido por Italia. La destrucción de los enemigos naturales de los mosquitos pueden agravar el problema.
A parte de que hayan más o menos mosquitos, el problema de estos insectos puede darse en su peligrosidad como vectores de enfermedades infecciosas. La zona geográfica es otro factor que acarrea más problemas de aquellas causados por las propias picaduras de los mosquitos, ya que según donde viva el mosquito puede estar o no contaminado con el virus. Las zonas tropicales son un lugar de gran riesgo de contraer enfermedades infecciosas transmitidas por mosquitos, pero el grado de desarrollo económico tienen también mucha influencia.
No existe una única especie de insecto sino que en todo el mundo viven más de 300 especies distintas de mosquitos verdaderos (los culícidos) El mosquito que causa más molestias en Europa por ser el más abundante es el mosquito común (Culex pipiens), sin embargo, también es el menos peligroso, dado que tiene poca capacidad de transmitir enfermedades. El problema más importante de este mosquito es que puede transmitirnos, sólo cuando es portador de la enfermedad (en realidad, del virus que causa la enfermedad), alguna encefalitis, una enfermedad muy grave. El mosquito Aedes aegypti es vector del dengue y la fiebre amarilla, se trata de un peligro real en las zonas tropicales.
En las zonas costeras, marismas y zonas de deltas, vive Ochlerotatus caspius y puede criar en cualquier punto donde haya agua acumulada. El mosquito tigre (Aedes albopictus), propicia sobre el ser humano unas picaduras muy dolorosas y es transmisor de muchas enfermedades tropicales en su países de origen.
Otro mosquito, que se aparta de los mosquitos más habituales, pues es de otro tipo (no es un culícido) es el pequeño pero peligroso mosquito llamado flebotomo, que causa la lehismaniosis en el perro.
A parte de los mosquitos macho de mosquitos verdaderos, que tampoco pican, algunos "mosquitos" tanto macho como hembra no representan ninguna molestia al ser humano porque no necesitan extraer la sangre de los vertebrados para reproducirse. Por su parte, los mosquitos falsos como no tienen trompa picadora son incapaces de extraernos la sangre.
En primer lugar, como mosquitos no picadores están unos mosquitos enormes, las típulas. Estos mosquitos gigantes, de hasta 6 cm de envergadura alar y unos 4 cm de largo en la especie más grande, la típula gigante (Tipula maxima), afortunadamente para nosotros no pueden picarnos. Los adultos hembras se alimentan, como los machos de las especies picadoras, únicamente de jugos vegetales y jamas prueban las sangre. (Sin embargo, estos insectos también son un problema, pues sus larvas son muy nocivas para el césped. Se pueden confundir con los auténticos gusanos grises, aunque estos últimos sí que tienen patas y son las orugas de unas polillas llamadas noctuidos).
Otro mosquitos que tampoco pueden picarnos pero que su utilidad, desde nuestro punto de vista, es mucho mayor que la de las típulas son los quironómidos. Lo adultos de Chironomus plumosus no pueden picarnos porque como en el caso de las típulas tampoco tienen aparato picador-chupador. Los quironómidos constituyen una gran parte de la dieta natural de los peces que viven en los ríos, por lo que son muy útiles como alimento para peces de agua dulce. A parte de su gran utilidad en la aquariofilia, los quironómidos se emplean como cebo vivo. Se utilizan para la pesca y alimentación de los peces las larvas rojizas de los quironómidos que viven en el fondo fangoso de los ríos, llamadas blood-worms o gusanos de sangre.
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